El verano futbolero se acabó. No más decepciones nacionales,
no más victorias alemanas, no más berrinches de Cristiano Ronaldo con su club
y, sobre todo, pero sobre todas las demás cosas, no más rotaciones: todo esto
por lo menos no hasta el verano siguiente (mundialista, ¡qué emoción!) o ya de
perdido que se aguante hasta la próxima fecha FIFA, ya que a la Copa Oro no le
daremos importancia porque su nivel deportivo y su afán lucrativo son casi tan
aberrantes como los de la función de box que en agosto ofrecerán Mayweather y
McGregor (y sobre esta pelea, un comentario: ¿no creen que este par quiere
insultar nuestra inteligencia con el montaje que arma en cada una de sus
presentaciones de la gira promocional? ¿No creen que es triste que el deporte
se promueva desde la hipocresía y el racismo? Estos tipos van a ganar millones
haciéndonos estúpidos y comunicando basura, y ver sus noticias acaparando los
medios deportivos estaba a punto de debilitar mis fuerzas vitales irremediablemente,
cuando, de pronto, surgió una luz, una luz en un grupo de Whatsapp: “Pana”, a saber,
Rodrigo Campos, avisaba que Willie Romero era destituido del banquillo de los
alcurniosos, gloriosos y al fin criteriosos –para decirlo en el caló de
nuestros tristes analistas futboleros televisos– Leones de Yucatán: el
venezolano era de mis jugadores favoritos, un peloterazo de una pieza y, sin
embargo, no “trae” para manager y lo había demostrado durante dos largas
temporadas en las que no pudo dirigir a un roster estelar ni siquiera a la
final de la Liga Mexicana de Bésibol; lo de este año ya estaba siendo
inverosímil y es que, nuevamente, la directiva de los hermanos Arellano y del “Canelo”
Canizales había depositado toda la confianza en un pana muy obstinado con sus
formas, autoritario, del que no me queda claro si he de decir que es
pretencioso o simplemente de lento aprendizaje, y es que, a la manera del
entrenador de la selección mexicana, repetía conductas perdedoras, que iban
desde traer relevistas novatos en momentos difíciles, hasta poner y quitar
jugadores de la plantilla solo por afinidades personales. ¡Cómo olvidar al
tristemente célebre Héctor Giménez si él solito se pone de pechito saliendo en
Twitter a criticar a una directiva que le tuvo una paciencia impresionante
después de una temporada 2016 lastimosa en que debilitó al equipo con su
presencia lejos de “reforzarlo” como tendría que hacerlo un extranjero. En fin,
y para cerrar con este tema, les digo que no existe la “maldición del Cacao”,
sino las consecuencias de la ineptitud de un manager de béisbol. Imagínense que
desde que arrancó la temporada, los melenudos hubiesen tenido una buena
dirección desde el banco: el trabuco hubiera caminado solito y hubiera peleado
palmo a palmo el liderato general de la liga; una vez más, empero, la directiva
confió ciegamente en un mal líder y creyó que el problema era de peloteros, por
lo que removió piezas excesivamente, intentando curar una enfermedad que estaba
en otro lado; el resultado habría sido catastrófico de no ser porque un
iluminado –un aficionado que representó a miles de seguidores de los Leones que
no soportábamos que una persona diera al traste con las posibilidades
campeoniles de nuestras fieras– se hizo de palabras con Willie Romero en el
Kukulcán hace más de una semana, creando el pretexto perfecto para “cepillar” a
una vieja gloria del equipo como jugador, pero a un cáncer como estratega:
desde ya les digo que es más probable ganar el campeonato sin el “Cacao” y sin Willie
que con ambos en el dugout).
Tras este largo paréntesis retomo mi punto original: les
decía que ha terminado el fútbol veraniego y que comenzará este viernes la poderosísima
Liga MX. Haré un breve repaso de los movimientos que ha habido en cada equipo
para todos aquellos despistados, mientras aventuro algunos pronósticos de lo que
veremos en el Apertura 2017.
Obligados a campeonar: América, Monterrey y Pachuca
Las águilas suman tres elementos importantísimos: Guido
Rodríguez, recuperador de selección argentina que viene de Xolos; Paul Aguilar, quien vuelve tras una
larga lesión y que debe ser el lateral derecho titular de la selección mexicana,
y el “piojo” Miguel Herrera, un semidiós para los seguidores cremas. A estos
refuerzos habrá que agregar el flamante patrocinio de Home Depot que dejará un
dinero importante en las arcas coapeñas y que arruinó un uniforme muy bonito.
Tras el centenario, la directiva se apunta un nuevo tache extrafutbolístico.
Los regios se desprenden de algunos pechos fríos de renombre
como Edwin “Crackdona” y Yimmy Chará, y traen a otros hombres de cuestionable
carácter, como el “conejo” Benítez y
Stefan Medina, quien regresa tras estar cedido en Hidalgo. Lo bueno para los
rayados es que se hicieron de Avilés Hurtado y que tienen gente como Cesar
Montes, Jesús Molina, “pato” Sanchez y Dorlan Pabón, futbolistas ganadores que
han de contrarrestar a los Hugo González, Gargano o Funes Mori, que yo no sé
qué hacen cobrando lo que cobran en la sultana.
Pachuca tiene poca afición, pero creo que todos quisiéramos
que nuestro equipo se pareciera un poco al hidalguense: se fue “chucky”, pero
llega Puch, lo cual representa una mejora de la plantilla. Llegan también
Germán Cano –a discutirle el puesto a Franco Jara– y Keisuke Honda (es japonés) quien arriba desde Milán como el
refuerzo más sonado del verano en México y que parece responder a la negativa
de Cardona a ganar finales y jugar mundial de clubes: ahí la mentalidad del 8
colombiano.
Competencia peligrosa que no estará en la final: Chivas,
Tigres y Pumas
El rebaño perdió a un jugador importante como Néstor
Calderón y la lesión de Pulido costará goles. De todas maneras me encantan los Cota, Pereira,
Pizarro, Zaldívar, Orbelín, Brizuela y compañía, y espero que estén en
semifinales y que den espectáculo, pero bicampeonar es muy difícil en esta
liga.
Enner Valencia, de la Premier League, es el gran refuerzo de
los millonarios Tigres, pero vislumbro mucho disgusto en el seno del equipo: Gignac es indiscutible y solo hay dos lugares
para jugadores como Damm, el chileno Vargas (que además no es tan bueno como lo
que cobra), Valencia, Zelarayán, Damián Álvarez y el “chuco” Sosa que de todos
me parece que es el mejor con diferencia. Se fue el termómetro del equipo,
Guido Pizarro, al Sevilla de España, y se fueron también jugadores poco
habituales pero buenísimos como fondo de armario en las figuras de Advíncula, “palmera”
Rivas y Luis Quiñones.
Pumas se deshizo de Verón (que ya no ayudaba al equipo con
su actitud y sus pesadísimas piernas) y trajo jugadores de mucho talento como
el “avión” Calderón, quien estaba prestado en Chivas por Santos, Joffre Guerrón
y Mauro Formica, quienes dejan Cruz Azul para ir a un equipo que sí pueda salir
campeón (no tengo nada contra los azules pero todos mejoran cuando se van de
ahí y empeoran cuando llegan ahí: agradeceré contraejemplos). Con ellos y
Nicolás Castillo en el frente, se puede llegar alto. Ojalá evolucionen Gallardo
y Rabello.
Tercer escalón, el de las posibles sorpresas: Xolos, Santos
y Toluca
Se fue el “piojo” de la frontera peró llegó “Chacho” Coudet,
un argentino que jugó en San Luis bajo el mando de Raúl Arias y que aprendió de
la idiosincrasia (no olvidemos a Javier Aguirre y su palabra predilecta en
estos tiempos de turbulencia en miseleccionmx) mexicana. Además en Argentina hizo bastante con Rosario Central, y sabe cómo se juega la eliminación directa.
Mauricio Cuero, endiablado moreno ex del Santos, puede tener su última gran
oportunidad en esta liga, y llega un delantero completo como Gustavo Bou, de
buenos momentos con Racing de Avellaneda.
Santos no dejó ir nada destacable y trajo a Brian Lozano, el
del América, con sed de revancha. También llegó Cortés, el de Pumas, quien si
se aplica puede hacerlo mejor que De Buen o el “chatón" Enríquez en la media.
Puede ser la temporada de explosión de Gael Sandoval, novato del año del torneo
anterior y ya pretendido por grandes clubes. Pienso que este equipo llegaría
lejos si tuviera un buen arquero, pero la temporada pasada de Jonathan Orozco
fue muy decepcionante.
En el Estado de México, Sambueza, Barrientos, Uribe,
Triverio, Méndez y Ríos. Mucha calidad con ya algunos torneos jugando juntos. Su talón de Aquiles es la defensa y la
portería (Talavera es capaz de atajas únicas y de errores incomprensibles). Si
Cristante madura como entrenador pueden llegar a semifinales o a la final; de
lo contrario, se nos van pronto a casa por la falta de disciplina y de autocrítica.
Las Revelaciones: Lobos BUAP, Monarcas Morelia, Cruz Azul
Lobos no sumó tantos jugadores como otros equipos que
ascienden, pero sí incorporó calidad: Advíncula y Quiñones, de Tigres, son garantía
absoluta. “Negro” Medina y Carlos Morales (el zurdo de Morelia) aportarán
experiencia, y jóvenes mexicanos como Escoto o Tamay tienen su gran
oportunidad. No sé si hagan muchos puntos, pero será atractivo verlos.
Morelia mantuvo a Ruidíaz e incorporó al “cuate” Sepúlveda,
ex de Gallos. El semestre pasado demostraron que son compactos y que tienen
corazón de sobra para hacer puntos en todas las canchas, con extranjeros interesantes y con el poder del "pípila" Vilchis.
Encontrarán raro que el Cruz Azul esté catalogado como una
posible revelación, pero lleva tres años sin entrar a liguilla y pelea
actualmente en el fondo de la tabla porcentual. Con todo, debe mejorar con un
entrenador más experimentado en México tras un torneo, quien cuenta con algunos buenos futbolistas como JJ Corona,
Aldrete, Peñalba, Mena y Cauteruccio. Este equipo podría llegar a instancias
finales; lamentablemente la presencia de algunos que están más por nombre que
por actualidad cortará sus chances: me refiero al “gato” Silva, y sobre todo, a Christian Giménez, quien podrá
caer muy bien pero que ya no está para liderar a un equipo que aspire al título
(o pregúntenle al Deportivo Toluca).
Los aburridos, ni muy arriba ni en el fondo: Necaxa, Puebla
y Querétaro
Ambriz llega al timón hidrocálido con una manga de jugadores
talentosos pero que no marcan la diferencia, como el “fideo” Álvarez, Dieter
Villalpando, Miguel Ponce (el del zape a Dueñas) o Martín Barragán (el 10 de la
selección mexicana, qué fuerte). Van a
hacer más de 20 puntos porque el técnico ha aprendido y estará cómodo sin
reflectores, pero espero no ver muchos de sus partidos, a menos que tenga
sueño.
Puebla, para variar, agarró lo que los demás ya no querían:
Moi Muñoz, Pimentel y Guerrero del América, de lo mejor que llegó, junto con
Arizala y Escoboza. Tienen nuevo estratega en la figura del “Chiquis” García,
quien espera mostrar lo mucho que aprendió con su suegro Ricardo Lavolpe: ojalá
que me cierre la boca y haga un fútbol ofensivo con mediana efectividad. Ya
quiero ver el clásico contra los Lobos BUAP.
Gallos Blancos dejó ir a un futbolista importante como Sepúlveda
y contrató a un carnicero de cuidado como Javier Güemez (sí, el que llegó a
tener la 5 de la selección mexicana). Lo bueno para Jimmy Lozano es que también
llegó el zurdo Erbin Trejo, del Toluca, quien en lo personal me parece un buen
jugador, con cierto potencial. Con todo, no me atraen los juegos del Querétaro
y no tanto por el equipo como porque los narra Javier Alarcón (¿es que no hay
cronistas buenos en México, ImagenTV?)
Posibles decepciones: Atlas, León y Veracruz
Los rojinegros se desprendieron de gente determinante
como Daniel Álvarez y Martín Barragán.
Mantienen a jugadores clave como Rafa Márquez, Leiton, Madueña, Luis Reyes,
Salas y Clifford, el africano que no juega como africano y que marca los ritmos
en el estadio Jalisco. Llegó Caraglio de Xolos, de potente remate de cabeza y
legítimo aspirante a estar entre los goleadores de la liga, ya no opacado por
los Dayro Moreno o Avilés Hurtado.
La fiera me cae muy mal por culpa de Raúl Orvañanos y de Fox
Sports en general. Uno no puede ver un partido del León porque la banda de la
televisora se la pasa hablando de cómo los perjudica el árbitro o de cómo no
los ayudó, si no le costaba nada hacerlo; si es gol a favor, ¡qué jugadón, qué
talento!; si es gol en contra, ¡es una desatención y William pudo haber hecho
más, por no decir que hubo posible falta dos minutos antes en la media! André Marín
es un impresentable y hace comentarios a nivel de cancha: no hay descanso. En
lo futbolístico, la fiera cuenta con calidad, pero no hay un entrenador de
verdad (Boselli debe enfocarse en su labor como delantero). Llegaron, entre
otros, Carlos Rodríguez, portero de Morelia que debería banquear a Yarbrough, e
Ivan Piris, defensor que agrega savia nueva a una zaga veteranísima.
Los tiburones rojos de Boca del Río, por último, pierden
talento en Eduardo Herrera y en el “pollo” Briseño, quienes bien que mal han
mostrado nivel de selección en su momento y en su lugar. Se fue Egidio Arévalo (ese uruguayo que con la celeste es una fiera
pero que tiene cuerpo de taxista), envejece Pellerano, se va el “Chuleta”
Orozco, quien con todo lo malo que es igual te mete cuatro goles un una final
de liga. Llegan jugadores muy denostados por sus ex aficiones, como Richard
Ruíz y Osmar Mares, con sed de venganza, pero que vienen a la baja con la
pelota.
Amigos, eso fue todo. Espero sus comentarios, invectivas, opiniones,
desacuerdos, apologías, preguntas, y todo lo que se les ocurra al leerme:
gracias por hacerlo.
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